Atención, memoria y aprendizaje

Muchas veces expresamos o escuchamos estas frases típicas “no me acuerdo”, “se me olvidó”, “mi memoria es muy mala”, “no puse atención”, “pensé que estaba poniendo atención, pero estaba me desconcentré”, y otras relacionadas a nuestra memoria y atención. Es por esto, la importancia de reconocer cuando verdaderamente estamos aprendiendo y este conocimiento se haya insertado en nuestra memoria de forma exitosa. 

El aprendizaje es el proceso de adquisición de información, mientras que la memoria supone la codificación, el almacenamiento y la recuperación de la información aprendida.

El aprendizaje es una función compleja del cerebro que está vinculada directamente con otra función: la memoria. Aprender nos permite adquirir un nuevo conocimiento o habilidad, pero, para mantener este aprendizaje, necesitamos retenerlo en los sistemas de memoria, almacenándolo en función al tiempo o tipo de información, lo que implicará una modificación de las redes neuronales o plasticidad sináptica.

La atención se puede definir como la interfaz entre la gran cantidad de estímulos del medio ambiente y la limitada dosis de información de la que somos conscientes. En otras palabras, la atención es el mecanismo que permite seleccionar una fuente específica de estimulación, un grupo de pensamientos o un curso de acción; por ello, se encuentra directamente relacionada con la consciencia. Ha sido vinculada con el control voluntario y las acciones dirigidas hacia una meta. 

Tipos de memoria

  • Memoria sensorial: permanece milisegundos o segundos y deja huella en los procesos perceptivos y sensoriales, pero decae rápidamente.
  • Memoria a corto plazo: permanece segundos, minutos u horas. Es limitada en capacidad, permanece tiempo suficiente para que sus tareas se cumplan. 
  • Memoria a largo plazo: permanece horas, meses, años y décadas, es ilimitada en capacidad, requiere de tiempo para ser consolidada; y almacena los conocimientos de diversas maneras.
  • Memoria implícita: es la memoria de procedimiento, memoria motora y la memoria de mejoramiento por repetición.
  • Memoria episódica: está asociada a la información de los sucesos emocionales y eventos de nuestro pasado que han ocurrido en un momento y lugar. Sus operaciones dependen de la memoria semántica. 
  • Memoria semántica: es el sistema encargado de la adquisición, retención y utilización de conocimientos, como hechos y conceptos. 
  • Memoria procedimental: habilidades de adquisición de hábitos de estímulo-respuesta. Con la práctica, la habilidad se hace más precisa, por ejemplo: montar bicicleta, aprender a manejar carro, entre otras. 

¿Cómo sabemos que ha ocurrido un aprendizaje? 

El aprendizaje está relacionado con cambios relativamente duraderos en el comportamiento, como resultado de la experiencia, que mejoran la adaptación al medio. Osea, nuestra conducta cambió cuando hemos adquirido un aprendizaje. Sin embargo, para aprender y retener, el cerebro tiene que realizar muchas tareas. Entre ellas: codificar y almacenar la nueva información y utilizar esta información en el momento que se requiera.

¿Por qué recordamos algunas cosas y nos ‘olvidamos’ de otras?

El recuerdo puede ser rápido y automático en el caso de las respuestas reflejas condicionadas e incondicionadas. Es una reconstrucción del pasado que se basa no solo en la información originalmente adquirida, sino también en los nuevos conocimientos, motivaciones, sentimientos y experiencias que se recuerdan. Es, por tanto, un proceso activo cuyo resultado puede no ser idéntico a la experiencia original.

El olvido, más que una pérdida de la información almacenada (memoria), podría consistir en una mera incapacidad para acceder (evocar) a esa información. En otras palabras, es una pérdida real de la memoria que podría deberse a la falta de uso de las sinapsis involucradas, Sin embargo, suele ocurrir que las memorias aparentemente perdidas vuelven a ser accesibles cuando cambia el contexto externo o interno del sujeto.

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Adaptándonos a la nueva realidad virtual

Sabemos que han sido múltiples consecuencias las que ha provocado la pandemia vivida por el Covid-19, y una de ellas ha sido la virtualidad, tanto para los estudiantes que tienen que recibir clases desde el hogar como para los padres de familia que deben de cumplir con teletrabajo.

Es una realidad virtual a la cual todos de alguna u otra forma debemos de acostumbrarnos,  las reuniones entre amigos o familia no son las mismas, ahora nos conectamos por medio de una video llamada para poder compartir cerca, pero cada quien con su burbuja social desde casa, los abrazos y besos se convirtieron por medio de emojis, ahora decimos “cuando todo pase” nos volvemos a ver, a reunir, volveremos a ir a aquellos lugares donde solíamos pasar un tiempo agradable y visitar los hogares de nuestros seres queridos. 

Atravesamos un momento difícil como sociedad y como individuos, se ha cambiado drásticamente la rutina de cientos de familias, esta situación que se refleja en cada una de ellas, no es menos compleja y comprende diferentes dimensiones como desde el ámbito socioemocional y conductual. En relación con este contexto, reconocemos que la mayoría de madres, padres y responsables de los y las estudiantes están trabajando de manera remota, a la vez que realizan labores del hogar y satisfacen las necesidades de alimentación, entretenimiento y educación “formal” de sus hijos e hijas. 

A sabiendas de que esta es la realidad de muchas familias, no es recomendable abrumarse por  el “tener que hacer” diariamente en casa todo lo que se hacía en la institución educativa. Esto tensa más la situación que se vive en las paredes de cada hogar con los estudiantes, alimentando aún más las emociones negativas provocadas por el aislamiento. Es usual que surjan muchas preocupaciones por parte de los miembros de la familia, principalmente porque muchos de ellos pueden creer que los estudiantes “se están atrasando” y aunque efectivamente se está dando una ruptura en su proceso de enseñanza y aprendizaje formal, lo cierto es que no debería de darse una ruptura en el proceso de aprendizaje no formal que se da en el hogar, y que al fin y al cabo es más importante en la vida de las personas actualmente. 

Por eso, debemos recordar que los acontecimientos sociales no se desvinculan de las realidades de los hogares, por ello es necesario enlazar la realidad global con la realidad familiar, para promover el aprendizaje situado. 

Mantener una buena higiene del sueño, alimentación y actividad física, dar importancia a planificar en familia las rutinas diarias, que incluyan actividades libres, de estudio, de trabajo de los padres de familia, del uso de las redes sociales para interactuar con sus pares y familiares, de colaborar en las labores del hogar, hacer partícipe a todos los miembros de familia. Lo más importante es propiciar un clima agradable a lo interno del grupo familiar, recordando que son con quienes compartimos día a día y son nuestro apoyo incondicional. 

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Estrategias para la educación en línea para los niños y adolescentes TEA

¿Qué es el Autismo?

El autismo es una condición del desarrollo que consiste en una forma diferente en que el cerebro procesa la información que percibe. El Trastorno del Espectro Autista (TEA) se manifiesta de diversas formas y se presenta en mayor porcentaje en hombres que en mujeres a razón 4:1.

Es una condición que puede tratarse, y que como parte de su caracterización, presenta algunos desafíos:

Desafíos sociales:

  • Dificultad o falta de comprensión de pautas sociales.
  • Interpretación literal de las palabras de los demás.
  • Dificultad en mantener conversaciones reciprocas.
  • Tendencia a hablar con franqueza sin considerar el impacto de las palabras en los otros.
  • Aplicación de las reglas sociales sin discriminación de escenarios.
  • Enfoque en temas particulares.

Desafíos de la comunicación:

  • Dificultad para comprender las metáforas o el sarcasmo.
  • Repetición de palabras. Ecolalia.
  • Dificultad para comprender lo que significa espacio personal.
  • Inflexión o contacto visual fuera del foco de atención: usualmente no mira a los ojos.
  • Expresiones o gestos que podrían etiquetarse como inapropiados.
  • Dificultad para comprender la comunicación no verbal.

Desafíos cognitivos:

  • Pensamiento concreto y  literal.
  • Intereses obsesivos y puntuales.
  • Deficiencias organizativas o para resolver problemas.

Desafíos sensoriales y motores:

  • Hipo o híper sensibilidad a diferentes estímulos sensoriales incluyendo el dolor.
  • Dificultades con destrezas motoras finas tales como la escritura a mano.

Desafíos en el escenario de aprendizaje virtual

El proceso de enseñanza – aprendizaje  no escapa a este escenario. La virtualidad presenta algunos desafíos particulares que se citan a continuación acompañados de algunas situaciones que pueden ocasionar  desajustes o retos para los docentes y las familias que acompañan en este nuevo proceso de aprendizaje.

Desafío¿Qué causa?
Interés en temas específicos o rango limitado de intereses, diferentes a los que presenta el docente por medio de la plataforma o el material enviado.Desinterés por lo que explica la docente, el material presentado, pérdida de atención y concentración.
Dificultades en el cambio de rutina o insistencia en la rutina.
Inestabilidad emocional, pérdida de control, presencia de conductas agresivas, llanto, autolesiones.
Dificultades para la comunicación recíproca tanto con los compañeros, como con la docente.
Dificultades en la comprensión de instrucciones, para generar preguntas o aclarar dudas. Dificultad para trabajar en equipo. Dificultad para completar trabajos. Enojo o frustración porque todos hablan al mismo tiempo.
Dificultad con conceptos abstractos.Falta de interés en el tema. No incorporación de la materia en el aprendizaje. Trabajos incompletos. Material poco llamativo según sus intereses.
Dificultad aprendiendo en grupos grandes.Pérdida de interés, falta de atención, falta de motivación. Desorganización. Aumento de la frustración.
Dificultad en la comprensión lectora.Pérdida de interés. Distracciones con otros elementos que sean de su interés. Atraso en el proceso de aprendizaje. Dificultad para comprender instrucciones, hacer trabajo o tareas.
Poca tolerancia a la frustración
No completar trabajos. Crisis emocionales. Conductas de estrés frente a la clase virtual como desconectarse sin avisar.
Dificultades en la caligrafíaNegarse a realizar la tarea. Poca tolerancia a la frustración.Trabajos incompletos.
Dificultades para la concentración Trabajos incompletos. Pérdida de interés. Necesidad de usar más tiempo para terminar trabajos.
Dificultad para organizarse en el espacio.Desorganización. Pérdida de materiales. No realizar tareas sencillas. Dificultad para organizarse en el espacio.
Dificultad académica.Poco interés en temas que no están relacionados con sus preferencias u obsesiones. Pérdida de puntos en rubros como trabajo en clase, extra clase o participación.
Dificultad sensorial.Pérdida de control. Dificultad para mantener la atención sostenida. Conductas inapropiadas.

Ante estos y otros muchos desafíos que puede presentar cada caso particular es importante considerar las siguientes recomendaciones  generales:

  1.  Capacitación y contextualización: es de suma importancia que antes de implementar cualquier recomendación, usted como madre- padre tenga claras las características de su hijo, de manera que pueda comunicarle a cada docente como responde a la nueva realidad.
  2. Recuerde que el tiempo efectivo de trabajo de este tipo de estudiante es diferente: usualmente requiere más tiempo para organizarse y cumplir el objetivo. Por esta razón es fundamental ofrecer tiempo extra para completar el trabajo, o bien modificar los requisitos del trabajo para que este pueda ser alcanzado. 
  3. Maneje el ambiente. En casa ubique al estudiante en un lugar fijo, con los materiales necesarios, libre de los estímulos a nivel sensorial que puedan generarle estrés. Trate de mantener la constancia y evitar cambios súbitos. Una buena forma de manejar el cambio es incorporar algún gusto particular que le permita disminuir el estrés que el cambio de rutina genera en ellos. Es fundamental que este espacio  sea positivo y seguro.
  4. Cree una agenda visual balanceada: en este tiempo no solo es importante lo académico, si no también es importante la salud física y emocional. Una buena estrategia es alternar actividades preferidas con actividades no preferidas. Como adulto, es importante permitir que el espacio de juego libre o de ocio sea respetado como descanso, por lo que es importante que este espacio se respete como tal y no se confunda con el tiempo adicional de tareas o estudio para exámenes. Permita que el estudiante en sus ratos de recreo y juego integre actividades de su gusto y que no sea de algo de forma aleatoria.
  5. Comparta la agenda del resto de familiares o miembros dentro de la casa que apoyen en la nueva educación virtual: de esta manera el estudiante con TEA logra mantenerse concentrado en su actividad, anticipando lo que sucede a su alrededor y anticipando  en la tarea que se avecina.
  6. Use lenguaje simple: sea conciso y sencillo, use un tono de voz suave, sea específico, no use el sarcasmo, doble sentido o palabras que no sean del nivel de los estudiantes.
  7. Ofrezca seguridad: ofrezca información y seguridad con frecuencia para que el estudiante comprenda lo que sucede. Monitoree frecuentemente el progreso del estudiante y su nivel de estrés.
  8. Elogie de forma frecuente.
  9. Involucre a todas las personas que acompañan al estudiante en este proceso, de manera que puedan homogenizar estrategias de intervención que faciliten el desarrollo del estudiante de manera integral.
  10. Organice el escenario de aprendizaje: siempre es importante contar con la comprensión y la sensibilización  de los compañeros del salón de clases. Es importante que todos los estudiantes sigan las reglas de los nuevos escenarios para la participación, por ejemplo.
  11. Es importante promover metas sociales en el proceso por lo que es importante que se eduque a los compañeros del salón sobre la importancia del papel que cada uno de ellos juega para sus compañeros con TEA.
  12. Establezca estrategias que permitan manejar los cambios de conducta: anticipación de eventos, interacción con los otros, comprensión de instrucciones por ejemplo.
  13. Incorpore alternativas de escritura. En este momento emplear pantallas, y tecnología puede facilitar el trabajo de estos estudiantes, a razón del trabajo en hojas.
  14. Brinde apoyos visuales en todo momento: estas le permiten comprender la tarea a realizar, así como a canalizar la energía a completar la tarea.
  15. Permita al estudiante la toma de decisiones y selección de opciones: este le permite sentir que tienen algo de control sobre los eventos de la vida. Además les ayuda a fortalecer sus destrezas de resolución de problemas, aumentar la seguridad en sí mismos y tener control de su entorno.
  16. No sobrecargue con tareas o trabajos al estudiante.

Recuerde que en esta nueva realidad, todos estamos aprendiendo por lo que es de suma importancia que padres de familia y docentes estén en constante comunicación, de manera que puedan analizar el desempeño de cada estudiante y así realizar las modificaciones necesarias para el oportuno aprendizaje.

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